Una tabla de embutidos es un entrante clásico que no falta nunca en las comidas familiares, con amigos o en cualquier celebración. Es una preparación sencilla en la que la calidad del producto es suficiente para convertir este plato en el favorito de las cenas de picoteo, pero si queremos que sea un plato más completo, podemos añadir otros ingredientes y solucionar el plato principal de un menú con nuestra tabla de embutidos.
Embutidos imprescindibles
Cuando hablamos de una tabla de embutidos está claro que hay algunos productos que no pueden faltar. Chorizo, lomo embuchado, salchichón, fuet, son imprescindibles, además, si queremos darle un toque más personal podemos añadir otros embutidos regionales típicos a nuestra tabla.
Jamón serrano
Aunque no es un embutido como tal, el jamón serrano no puede faltar en ninguna mesa. Debemos cortarlo fino para su degustación, aunque también está a la venta ya loncheado, lo que nos facilita el trabajo. Si quieres lucirte puedes poner el jamonero en una mesita auxiliar e ir cortando al gusto.
Queso
Otro de los clásicos en cualquier tabla que acompaña embutidos es el queso. Con este producto se consigue el equilibrio perfecto para completar el plato. Combina diferentes tipos de quesos, de vaca, oveja y cabra, curados y frescos, aportan textura y sabores que contrastan muy bien con los distintos embutidos.
Pan
¿Qué sería de un embutido sin el pan? Un ingrediente básico que no falta al lado de una buena tabla de embutidos, y aunque los panes caseros o las hogazas de pueblo siempre gustan, cada día están más de moda los picos, palitos de pan, regañás, panecillos y otros panes elaborados con harinas especiales como las de maíz, centeno o con semillas.
Encurtidos
El tándem perfecto para el queso, el jamón y los embutidos lo aporta el sabor y textura de los encurtidos. Puedes colocar pequeños boles con pepinillos, aceitunas o guindillas, de manera que no se mezclen sabores en la misma tabla, así conseguimos volumen en la presentación de la tabla y contraste de colores.
Frutos secos
Otros ingredientes que acompañan muy bien con los embutidos son los frutos secos, nueces, avellanas, almendras o cacahuetes le dan una textura crujiente que contrasta con la suavidad de los loncheados.
Fruta fresca
El dulzor y la frescura de la fruta pone el punto de equilibrio al sabor salado, además nos aporta un toque ligero y fresco a la comida. Acompaña tu tabla de embutidos con melón, uvas, higos o la fruta de temporada que prefieras, no te olvides tampoco del tomate que combina tan bien con el jamón serrano.
Presenta los embutidos de manera original
No hacen falta presentaciones rebuscadas cuando dispones de productos de calidad, aunque es importante presentar los embutidos en la mesa adecuadamente, no solo por estética sino también para realzar el sabor del producto. Una recomendación importante es dejar el embutido a temperatura ambiente por lo menos 10 minutos antes de emplatar.
En Torre de Núñez te facilitamos aún más el trabajo, por eso puedes aprovechar nuestra selección de embutidos loncheados o colocar la pieza entera en productos como el chorizo o el lomo para cortar al gusto.