En Galicia somos muy dados a celebraciones a lo grande, por eso cualquier fiesta gallega que se precie tiene como plato principal el cocido.
Especialmente en los meses de invierno, proliferan a lo largo y ancho de nuestra comunidad fiestas gastronómicas que se enorgullecen de tener el mejor cocido del país.
En Torre de Nuñez nos pierden la cocina tradicional y las fiestas populares, porque son parte de la herencia gastronómica que nos han dejado nuestros mayores.
Curiosamente en la zona de Vigo se celebran varias fiestas de invierno que homenajean nuestro plato más representativo. Una de las más multitudinarias es la fiesta de San Blas (o San Brais), en la parroquia olívica de Bembrive.
Esta tradicional romería pivota sobre dos elementos: el vino y el cocido. De hecho es sabido que San Blas, que se celebra el tres de Febrero, inaugura la temporada de furanchos, otro icónico templo de la gastronomía más tradicional de Galicia.
La fiesta de Bembrive es una ocasión excelente para comer un muy buen cocido con los primeros productos del año.
Tradicionalmente, Enero, Febrero y Marzo eran los mejores meses para saborear este magnífico plato, ya que la carne que se utiliza para su elaboración estaba en su momento óptimo. Pensemos que hasta hace no muchos años, los sistemas de conservación de los alimentos eran mucho más precarios y las familias tenían una dieta casi exclusivamente “de temporada”. Por este motivo y para aprovechar totalmente sus propiedades, han sido los meses de invierno los que han quedado fijados en la mente de los gallegos como “meses del cocido”.
Afortunadamente a día de hoy, contamos con el mejor producto durante todo el año, y, aunque nos encante la tradición, apostamos por consumir los mejores platos durante todo el año. Para ello nos hemos responsabilizado de ofreceros lo mejor para que no tengáis que restringir la felicidad a estos tres fríos meses.
Pero como os decíamos al principio, está a punto de comenzar la temporada de furanchos en Galicia y como este tipo de establecimientos suelen encontrarse en zonas rurales, siempre es una buena excusa para darse una vuelta por los encantadores rincones que todavía no conocemos de nuestro país y aprovechar el descanso de la caminata para probar un cocido tradicional en una de estas míticas e improvisadas tabernas tradicionales.
Animaos a probar y contadnos cómo ha sido la experiencia.