Los niños son curiosos por naturaleza, y durante la alimentación, esta curiosidad también está muy presente. Al momento de introducir alimentos nuevos, dale la oportunidad de conocerlos de la mejor forma: permítele tocarlos, olerlos y probarlos a su ritmo.
Una alimentación variada, la clave del éxito
Normaliza con los peques que todos los alimentos son iguales. Aunque les haga ilusión, no hagas fiesta cuando les pongas platos que les gusten más ni les transmitas ansiedad cuando tengan que comer cosas que les cuesten un poquito. La comida es algo imprescindible para su desarrollo, por lo tanto han de ver todos los grupos de alimentos de la misma manera: con funcionalidad y consciencia.
¿Qué recetas hacer para que empiecen a comer de todo?
Lo importante es que en su día a día nuestros peques tengan verduras y hortalizas frescas, proteínas de calidad y fruta. Para ello hay mil combinaciones estupendas que nos ayudarán a que coman de todo.
Recetas fáciles para niños
Verdura y proteína
Una receta ultra fácil son los guisantes con jamón. Un plato con cuatro ingredientes, súper completo y nutritivo. Lo mejor es que en 5 minutos lo tienes listo.
Introducir sabores más fuertes
¿Te atreves a empezar a preparar a tus hijos para que sean futuros paladares gourmet? La manera de hacerlo es mezclando sabores desconocidos con otros que ya conocen y adoran.
Una receta súper fácil y versátil es la quiche. En esta receta de quiche de queso, tomates y panceta puedes utilizar un poco de queso azul o algún otro queso fuerte para que comiencen a probarlo y normalizarlo. La mezcla con el huevo y la panceta lo hará mucho más amable a su inexperto paladar.