Los bocatas también tienen su historia - Torre de Núñez

Los bocatas también tienen su historia

Todo tiene un origen. La rueda, el fuego, la bombilla, el cine, Jordi Hurtado,…  Y ahora mismo estábamos comentando: ¿cómo empezaría esto del bocadillo? ¿Cuál es el origen del bocata? Como este mes, en Torre de Núñez nos hemos empeñado en que el bocadillo iba a ser el protagonista de nuestro blog, nos faltaba saber un poco más sobre su historia.

bocadillo
(Pinterest)

Hay quien asegura que el bocadillo empezó como tapa. Y que fue en la época de del rey Alfonso X el Sabio. Según aseguran,  fue él quien dio origen a los llamados canapés o bocadillos ya que fue éste el que dispuso que en los mesones castellanos no se sirviese vino si no era acompañado de algo de comida evitando que el vino subiese rápidamente a la cabeza. Pero esto no está muy contrastado, la verdad.

Después están los que dicen que el genio fue el Conde de Sándwich, un tal John Montagu. A este hombre  se le atribuye el invento del sándwich. Se cuenta que durante las negociaciones de la Paz de Aquisgrán su pasión por los juegos de naipes lo habría llevado a descuidar las comidas. Preocupados por ello, sus criados se las ingeniaron para prepararle alimentos que pudiera comer sin dejar de jugar a las cartas. Así pues, el conde se acostumbró a utilizar dos rebanadas de pan para evitar mancharse los dedos con el fiambre y las carnes frías que le servían para comer, lo que le permitía satisfacer su apetito sin dejar de jugar como un verdadero caballero británico. ¿Qué os parece?

Conde de Sandwich.
Conde de Sandwich.

 

De todas maneras, los expertos dicen que no es así. Ya sabéis que siempre hay gente con mucho tiempo para todo que investiga e investiga. Estos son los que aseguran que -ojo aquí-  en la era precolombina en diversas partes de América, las poblaciones indígenas ya elaboraban tortillas de maíz. La pupusa una tortilla gruesa de maíz rellena con uno o más ingredientes era ya parte fundamental de la dieta de asentamientos precolombinos como el Señorío de Cuzcatlán de los pipiles, de lengua nahuat o los quichés de Ahuachapán. Poco más que añadir. Hay gente que sabe muchísimo.