Sabemos que es una vuelta al cole atípica pero hay cosas que no cambian: la importancia de la merienda del recreo sigue siendo la misma.
Lo mejor es ir variando las opciones y para eso lo ideal es hacer una buena planificación que sirva para todo el curso. Pensad que lo interesante es que sea una merienda ligera, sobre todo porque después llega la hora de la comida. No debe faltar alimentos como el pan, algunos embutidos, pavo, quesos, frutos secos, cereales, zumos, yogures, frutas de temporada.
Y, de entre todas estas opciones, sobresale el bocata de toda la vida. Ese bocata del que siempre te pedían un poco -“¿me dejas darle un mordisco?”- y que, por la situación que estamos viviendo, ya no se puede compartir. Nunca puede fallar el bocata para el recreo. Es lo que más les gusta, lo más práctico y también muy nutritivo. Salchichón, chorizo, jamón,… ¡Les encanta y no perderán el tiempo! El bocata es algo que se pueden comer incluso mientras juegan y les alimenta muchísimo. Incluirlo en su merienda una o dos veces por semana es lo ideal.
Dos loncheados para el bocata de la merienda del recreo
El bocata de jamón serrano
Es un clásico que nunca pasa de moda. Los niños se pirran por el jamón serrano y los adultos nos quedamos tranquilos porque sabemos todos los beneficios que tiene para su organismo. Se trata de una importante fuente de nutrientes, especialmente de proteínas de alto valor biológico, que se convierten en fundamentales para el crecimiento del niño.
El bocadillo de jamón serrano proporciona también vitaminas del grupo B y minerales como el hierro y el zinc. Hoy, más que nunca, es importante estar fuertes, sanos y recargados de energía. Por eso el bocata de jamón serrano nunca falla.
El bocata de chorizo
¡Oh! A los que ya no vamos al cole todavía nos viene, de vez en cuando, el aroma del bocata de chorizo dentro de la mochila. El bocadillo de chorizo es tan importante en el recreo como forrar los libros cuando empieza el cole. Forma parte del campo semántico del colegio. ¡Todavía hoy sigue encantando!