Pizza hawaiana de jamón y piña - Torre de Núñez

Pizza hawaiana de jamón y piña

Hay un debate que enfrenta más a las personas que la política y enemista a los dos grandes grupos de población del planeta: las personas a las que les gusta la pizza con piña y las que la consideran una auténtica aberración.

 

Origen de la pizza con piña

Aunque se le llame pizza hawaiana, la pizza con piña no nació en Hawai. Es más, la pizza con piña tiene su origen en el frío Ontario, lugar en el que caen las impresionantes cataratas del Niágara.

El “inventor” de la pizza con más discusión de toda la historia fue un griego emigrado en Canadá, Sam Panopoulos.

Panopoulos, que siempre había sentido atracción hacia el mundo de la gastronomía, había vivido en Nápoles, donde conoció el arte de la pizza. Una vez en Ontario, en el año 1960, abrió el restaurante Satellite con sus dos hermanos en el que, entre otros platos típicos del Mediterráneo, también ofrecían pizza.

Según Panopoulos, en Canadá la pizza era prácticamente una desconocida. Según cuenta, el único sitio en el que se podía comer pizza en todo el norte del continente americano era Detroit, y, para eso, las opciones eran muy limitadas. Los únicos ingredientes que se usaban eran la salsa de tomate y el pepperoni. 

Ante esto, Panopoulos decidió experimentar en su restaurante con nuevos ingredientes, entre ellos, la piña de bote. Esta es la verdadera historia del origen de la tan amada como odiada pizza con piña.

 

Pizza hawaiana con jamón

Una vez perdida la ortodoxia en la receta de pizza napolitana, las posibilidades de ingredientes que se le han ido añadiendo son infinitas.

Nosotros queremos respetar la receta original de Panopoulos pero con un toque más… patrio.

Pizza hawaiana con jamón

Ingredientes:

1 base de pizza (aunque si la hacéis en casa, mucho mejor)

Piña en dados

120 gr de jamón reducido en sal 

200 gr de queso mozzarella

Orégano al gusto 

Pimienta negra molida al gusto

1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra

 

Preparación:

Precalentamos el horno a 180 grados. Mientras el horno coge temperatura, extendemos nuestra base de pizza y la empapamos con papel de cocina con un chorrito de aceite de oliva. A continuación, repartimos de forma uniforme los dados de piña y la mozzarela. Salpimentamos con orégano y pimienta negra, y al horno.

Horneamos sobre unos 15 minutos nuestra piña (o el tiempo necesario para que la masa esté dorada) y apagamos el horno. Es ahora cuando añadimos nuestro maravilloso jamón y la dejamos en el horno con el calor residual durante 5 minutos más.

Y, ¡tachán! Ya tendréis listo un auténtico manjar de dioses. La combinación es tan buena que convencerá incluso a los más firmes detractores de la pizza con piña. O no…

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