Habéis hecho un cocido riquísimo este domingo, lo hemos olido desde aquí. Pero os ha sobrado y eso es una buena noticia. El cocido tiene larga vida. Con lo que sobra se pueden hacer muchas cosas, entre ellas unas sabrosísima receta de croquetas de cocido caseras.
En este blog no paramos de daros buenos consejos. Notamos que os gusta porque lo vemos en el número de visitas. Estamos contentos. Ahora toca temporada de cocido, uno de nuestros platos preferidos, y vamos a convertirlo en el protagonista de este espacio. El cocido vale para todo todo el rato, también decides que ya no puedes más y dejas algo en la bandeja. Pues ahí, también ahí, el cocido sigue teniendo trayectoria.
Con las sobras de cocido se pueden hacer multitud de platos. Y además riquísimos. Buscando en la red nos hemos encontrado estas croquetas caseras de cocido de uno de nuestros blogs preferidos: Recetas de rechupete. ¡Las croquetas son siempre tan dignas! Son perfectas para reciclar de una manera riquísima platos que han sobrado. Las de cocido son un manjar de los dioses.
Receta de croquetas caseras de cocido (Por Recetas de rechupete)
Ingredientes para croquetas de cocido
- 3 cucharadas colmadas de harina (bechamel)
- 3 cucharadas de mantequilla (bechamel)
- 1 litro de leche (bechamel)
- 1 pizca de nuez moscada (bechamel)
- 1 pizca de sal y pimienta (al gusto)
- 1 cebolla grande
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 100 g de pan rallado, si es casero mejor
- 3 huevos grandes
- Aceite de Oliva para freir
- Los restos de cocido: Gallina o pollo, el chorizo sin piel, morcilla sin piel, carne de ternera normalmente morcillo y algo de jamón
Elaboración de las croquetas de cocido
Los restos de cocido utilizados en este caso son: gallina o pollo, el chorizo sin piel, morcilla sin piel, carne de ternera (morcillo) y algo de jamón. La combinación dependerá de lo que te haya sobrado en la comida del domingo.
Picamos finamente los restos de cocido, debemos tener especial cuidado con las ternillas, los huesecitos del pollo, la piel del chorizo y la morcilla. Os recomiendo unas tijeras o un cuchillo que esté bien afilado. Este proceso se llama desmigado o deshilachado y es fundamental para no encontrarnos ningún tropezón molesto a la hora de comer.
Introducimos en una sartén dos cucharadas de aceite y cuando esté caliente echamos 1 cebolla muy picada. La pasamos unos 10 minutos a fuego medio hasta que quede dorada y añadimos los restos ya picados del cocido.
Juntamos todo bien con una cuchara y probamos de sal, rectificamos con sal y pimienta si hace falta. En unos 2-3 minutos estará todo listo.
Añadimos la carne a la bechamel y removemos unos minutos en frío.
En una fuente engrasada con mantequilla y espolvoreada con harina echamos la masa de croquetas. Tapamos con papel de plástico tipo film para que no se reseque la parte superior y una vez que haya enfriado metemos la fuente en la nevera. En frío la masa tira más y se manipula mejor, debemos dejarla en la nevera durante un día, así podremos moldear correctamente las croquetas.
Para el empanado se les da forma con dos cucharas o con la mano en función de cómo te haya quedado la bechamel. Las pasamos por un plato con huevo batido y luego por pan rallado, que sea lo más crujiente posible. Si lo podéis preparar casero mucho mejor, porque así elegís el tipo de pan que más os guste. Unas de las mejores croquetas que he probado estaban rebozadas con pan de Cea, simplemente increíbles.
Las vamos depositando en un plato sin que se peguen unas a las otras y las dejamos una hora en la nevera.
Freímos en abundante aceite de oliva hasta que estén doradas. Con las medidas de esta receta salen unas 25 croquetas. Si sois pocos en casa, como es mi caso, podéis congelar las que no vayáis a comer, siempre sin freír.