No hay nadie en el mundo (o nadie que merezca la pena saludar) que rechace unas croquetas de jamón caseras bien hechas. Sigue leyendo para saber cómo hacer las mejores croquetas de jamón y poder usarlas como cebo para ver si esa persona es o no de fiar.
Las croquetas de jamón, un clásico remasterizado
Hasta hace relativamente poco, las croquetas estaban relegadas a la cocina de mamá y a los aperitivos cutres de bodas, bautizos y comuniones. Afortunadamente, nuestra tontería tiene límites y hemos vuelto a poner a la croqueta de jamón en el puesto que se merece: podio, como mínimo.
Cómo hacer croquetas de jamón
Ingredientes:
- 120 gr de un buen jamón serrano
- 60 gr de mantequilla
- 1 litro de leche entera
- 10 ml de aceite de oliva
- 50 gr de harina
- 2 huevos
- Pan rallado
- Sal
Receta de croquetas de jamón:
- Pon a calentar la leche a fuego medio junto a dos huesos de jamón para que tenga más sabor. Ten los huesos infusionando en la leche durante 20 minutos.
- Coge una sartén o una olla baja. Aquí será donde preparemos la bechamel. Para ello, tuesta a fuego muy suave la mantequilla, la harina y el aceite durante unos 10 o 12 minutos. Incorporamos muy poco a poco la leche previamente colada. Es importante que la leche esté tibia.
- Cuando vayamos consiguiendo una mezcla un poco espesa, añadiremos el jamón cortado en taquitos sin parar de remover la bechamel.
- Corrige de sal si es necesario y retira la mezcla del fuego. Déjala enfriar a temperatura ambiente y, una vez haya perdido calor, cubre la olla con papel film y guárdalo en la nevera al menos durante dos horas. Si lo dejas de un día para otro será más sencillo de manipular y, por lo tanto, el resultado será mejor.
- Cuando esté la masa bien fría, cortaremos pequeñas porciones. Nuestras futuras croquetas no deberían ser de más de 8 cm de largo por 4 de ancho.
- Engrasa tus manos con aceite de girasol y “bolea” las croquetas sobre una superficie limpia y lisa. A continuación, pásalas por huevo batido y pan rallado (en ese orden) y reserva en una fuente mientras terminas de bolear.
- Ha llegado el momento definitivo: la fritura. Un truco es que no frías las croquetas inmediatamente después de hacerlas. Deja que se atemperen para que el contraste con el aceite caliente sea menor. De esta forma evitarás que se rompan al ponerlas en contacto con el aceite. El aceite para freír nuestras croquetas de jamón debe estar muy caliente pero sin que llegue a echar humo, y es preferible que utilices un recipiente más pequeño pero hondo que permita sumergir totalmente la croqueta.
- Ve sacándolas en pequeñas tandas y colócalas sobre papel de cocina para que absorban la grasa sobrante.
¿Es o no es fácil esta receta de croquetas de jamón? Si conoces una más sencilla y con mejores resultados, ¡ya estás tardando en dejarnos un comentario! Esperamos que las disfrutéis muchísimo.