Con sus productos, Torre de Núñez está ya presente en toda España y en más 20 de países de todo el mundo.Esto, que se ha conseguido con mucho esfuerzo, no nos hace olvidar de dónde venimos. Allá donde vamos, presumimos de lo mismo: somos gallegos.
Y no lo hacemos sólo en el día grande de nuestra literatura, o Día das Letras Galegas, ni siquiera el Día de Galicia, el 25 de julio, presumimos de se gallegos a diario, con cada comercial, con cada cliente, en cada reunión de trabajo.
Todos los productos de Torre de Núñez son la prueba de que en Galicia, calidade. Sabéis que nos sumamos a la tradición, a la calidad y al buen hacer que caracteriza a nuestra tierra. A su potencia gastronómica: sus cocidos, su lacón, su botelo, etc.
Y si hablamos de tradición, a un día de celebrar nuestras Letras, no podemos dejar de hablar del autor homenajeado este año: Antón Fraguas. Historiador, etnógrafo, antropólogo y geógrafo, Fraguas es uno de los grandes estudiosos de la etnografía y tradición gallegas.
Por eso, si lo quisiéramos invitar a un bocata, estamos convencidos de que el de Fraguas sería un bocata de lacón. Un bocata de lacón con queso de tetilla, por ejemplo. ¿Se lo preparamos?
Para preparar un bocata de lacón y tetilla
Ingredientes
100 g de col lombarda o blanca cocida con vinagre y vino
60 g de queso de tetilla
2 rebanadas de un buen pan de centeno
1 cebolla
1 cucharada rasa de miel
1/4 de cucharadita de pimentón picante (o al gusto)
Aceite de oliva
Sal
Preparación
Picar la cebolla finita, pocharla a fuego lento en una sartén con un poco de aceite. Cuando empiece a dorarse, añadir la miel y cocer durante unos minutos más, hasta que coja un color dorado. Casi al final, añadir el pimentón removiendo para que no se queme. Apartar del fuego y reservar (esta cantidad da como para dos bocadillos).
Poner a calentar una sartén, plancha o sandwichera. Montar el bocadillo poniendo una rebanada de pan, el queso bien repartido, la col, el lacón y el otro trozo de pan untado en la salsa de cebolla dulce y picante. Tostar hasta que el pan esté dorado y crujiente y el queso fundido, y comer inmediatamente.
(Fuente de la receta: El Comidista)